Este sábado Xavi y yo fuimos a la exposición del Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona (CCCB) sobre el BigData que Adriana comentó un día en clase.
Después de hacer una larga cola nos dirigimos a la tercera planta donde se realizaba la exposición. Era una exposición pautada centrada en diez temas diferentes, aunque estrechamente relacionados entre sí.
- El peso de la nube
- Inmersos en el tsunami
- Más es diferente
- El latido del mundo
- Visualizando la complejidad
- Qué piensas, qué haces, qué sientes
- Una nueva era del conocimiento
- Somos datos
- Lo que los datos no cuentan
- Los datos para el bien común
El objetivo del primer escenario de la exposición era adentrarnos en el mundo de la nube creando un ambiente que nos hiciese sentir en ella. Y así fue, nos sentimos rodeados por tres paredes que aunque no simulaban escenas tan lejanas de la realidad nos hacían sentir como en otra dimensión.
Así nos introdujeron el concepto nube, que ya conocemos. Lo que me gustaría resaltar es la paradoja de la metáfora de este concepto, ya que como se explicaba en la exposición detrás de la nube no hay nada de ligero ni intangible. Y, efectivamente, a lo largo de la exposición comprobamos la certeza de esta afirmación.

1950: tarjeta perforadora - 0,08kb
1960: cinta magnética - 0,85mb
1970: disquet 5,25” - 1,2mb
1980: casset - 1,4mb
1990 disquet 3,5”- 1,44mb
2000: CD - 700mb
2002: ¡¡la primera vez en el mundo que había más información almacenada en formatos digitales que analógicos!!
2010: USB - 16gb
Este cambio ha sido debido, en gran parte, al nuevo origen de los datos. Actualmente hay na gran facilidad de crear datos, sin darnos cuenta los creamos constantemente. No hace falta que nos movamos por la red para esto, los sistemas de control de tráfico crean datos, las coordenadas GPS… De hecho nos mostraba una aplicación informática que aprovechaba estos datos podíamos ver cualquier calle en directo y nos detectaba que había en ella.
A continuación trataba en tema de visualizar la complejidad para explicar cómo el ser humano, en su afán de controlarlo todo, intenta mostrar de forma gráfica toda la cantidad de datos que hay. Pero con la gran cantidad de datos que hay ya os podéis imaginar las encrucijadas que se forman.
Qué piensas, qué haces, cómo te sientes, hasta ahora la producción de datos se hacía básicamente en procesos científicos. Pero con las millones de acciones cotidianas que se producen a través de las tecnologías se producen muchísimos datos. Desde las búsquedas que hacemos en Google o las actualizaciones de estado de Facebook hasta la gran cantidad de fotos que colgamos. Por eso uno de los usos que se le da a esta información es analizar los estados de ánimo de la gente. Y para no ser menos, como veis, Xavi y yo nos hicimos una foto entre tantas fotos que quedará reflejada en este post.

Ya se iba acercando el final y nos sorprendió muchísimo un proyecto llamado Stranger Visions mediante el cual un artista puede reproducir la cara de una persona con material genético. Así vimos tres caras construidas con restos de un chicle y dos colillas que encontró en la calle.

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